Si ves una, corre bonita corre: 10 red flags que gritan ‘huye’ 🚩🙅🏻♀️🏃🏻♀️
Hay mis bellezas…
Sé que muchas llegamos nuevas, con la mejor actitud, con todas las ganas de vivir esta experiencia y hacer que todo salga bien. Nos vendieron el programa como si fuera una película de Disney: au pairs viajando, riendo con los niños, tomándose matcha con su host mom y siendo besties forever con la host family.
Pero siéntate, mi reina. Toma una silla, un cafecito (o una chela, según el nivel de trauma) porque hoy te voy a contar todas esas red flags que ignoramos porque pensábamos que “así es vivir en otro país” o que “es parte de adaptarse a otra cultura”.
No, mi amor.
Una cosa es adaptarte, y otra dejar que te vean la cara.
Así que aquí te van las 10 red flags que NO debes ignorar JAMÁS.
Y si ya viste alguna... corre, pero corre bonita, corre como si te persiguiera el nene más hiperactivo de tu host family.
✨ 10 red flags que no debes ignorar jamás de los jamases (host family edition)
🚩 1. “Queremos que seas parte de la familia”
Spoiler: Solo cuando necesitan ayuda extra.
Para los viajes, los planes divertidos, los días de descanso y las cenas en restaurantes… ahí sí tú ves por tu cuenta. Pero cuando hay que cuidar a los primos, limpiar el desastre, recoger al perro o quedarse con los niños enfermos: “¡somos familia!”
¿A quién no le ha pasado? Que de verdad creyó que sería una más, como una segunda hija o hermana... y nada de nada.
Te tratan como maid, chofer, chef, enfermera, psicóloga, actriz infantil y terapeuta de emergencia. Todo eso con una sonrisa y un “thank you so much” de premio.
Tranqui, no todo es tragedia. Sí hay familias que de verdad te integran, te valoran y te abrazan como parte de ellos.
Pero siendo honestas… eso pasa en 2 de cada 10. Y eso si estás alineada con Mercurio retrógrado y la luna en Virgo. 🫠
🚩 2. “Somos una familia muy flexible”
Spoiler: Tú eres la que tiene que ser flexible.
Ellos no. Ellos siempre están “muy ocupados con el trabajo” y lo usan como excusa para todo. Claro, una entiende, pero no es justo cuando tú cancelas planes, ajustas tus actividades y haces malabares para ayudarlos… y luego, cuando tú pides un solo favor, no muestran ni una gota de empatía.
Tu horario cambia cada semana como si fuera playlist de Spotify.
Tus días off no los respetan, y cuando “estás off”, igual te piden que “porfa los cuides tantito nomás una horita”. Spoiler dentro del spoiler: esa horita se convierte en tres.
Tus vacaciones las controlan ellos, tus tiempos libres dependen de su agenda, y básicamente la única que se tiene que adaptar eres tú.
Flexibles, sí… pero solo cuando se trata de ellos.
De ti, olvídalo.
🚩 3. “No usamos pantallas con los niños”
Spoiler: Claro que no… porque tú eres la pantalla.
Entre semana, tú eres el entretenimiento principal: cuentacuentos, payasita, profesora de arte, guía de museo, chef de slime, animadora de cumpleaños y directora de actividades de verano. Todo eso antes del lunch.
Pero llega el fin de semana… y ahí están los niños, pegados a la tele o a las iPads como zombies. O sea, tú te matas haciendo manualidades, experimentos, paseos al parque, a la biblioteca, buscando actividades educativas, y ellos simplemente los sientan frente a una pantalla cuando les toca a ellos cuidarlos.
Y claro, a veces tú también quieres poner la tele “un ratito” solo para respirar, para recuperar tu voz o simplemente no volverte loca…
Pero nooooo, si la host mom te ve, suelta el grito del año como si hubieras puesto una serie de terror en vez de “Bluey”.
Conclusión: la pantalla está prohibida… pero solo si la controlas tú.
🚩4. “Tendrás acceso al carro”
Spoiler: Sí, pero solo para llevar y traer a los niños.
Y si quieres usarlo para ti, prepárate para el drama… o para sacar la cartera.
Hay familias que no solo no te apoyan con la movilidad, sino que hasta te hacen pagar la gasolina como si una ganara en dólares de ejecutiva. O peor: te prohíben usar el carro en tus días libres, aunque vivas en medio de la nada y el Uber cueste lo mismo que un vuelo a México.
Y no falta la que te revisa el millaje como si fueras chofer de app.
Te juro que hay host moms que sacan la calculadora si te sales 5 minutos de la ruta del Target.
Ser au pair no debería significar estar atrapada en la casa como Rapunzel sin torre.
Movilidad también es libertad.
Y si te ponen mil peros para salir, moverte o tener independencia… amiga, eso también es red flag.
¿Te gustaría que el siguiente (la #5) sea sobre el cambio constante de horarios o la falta de respeto a los días libres? O podemos meter una más emocional como cuando te hacen sentir culpable por descansar.
🚩 5.“Tendrás comida incluida”
Spoiler: Sí, pero si pides algo extra… te lo cobran o te lo niegan.
He escuchado historias de amigas que literal recibieron comentarios como:
“Desde que llegaste, nuestras groceries son más caras… deberías comer menos.”
Y yo en shock, pensando: ¡obvio que vas a pagar más si hay una persona más viviendo en tu casa! 🤡
Ser au pair incluye alimentación, no es un favor. Pero hay familias que parecen no entenderlo.
Hay quienes son súper especiales con su comida, que te “dan permiso” de comer ciertas cosas como si fueras una mascota. Y ni se te ocurra pedir algo diferente en el súper, porque ahí sí te lo cobran, te hacen caras o simplemente lo ignoran.
Y cuando cocinan, esperan que tú ayudes sí o sí a preparar, servir y lavar todo, porque:
“Eres parte de la familia” = obligada a cooperar.
“Deberías estar agradecida de comer lo mismo que nosotros”…
O sea, ¿perdón? ¡Ni que fuera su perro!
La comida no es un privilegio, es un derecho básico dentro del programa.
Si te hacen sentir que estás “abusando” por alimentarte bien, amiga: red flag con letras de fuego
🚩 6. ¿Me los cuidas tantito? Es solo un favor”
Spoiler: Ese “ratito” se convierte en otra jornada laboral… pero gratis.
Y todo con la excusa de que “eres parte de la familia” y que “hay que apoyarnos entre todos”.
No sé tú, pero esta ha sido una de las red flags más abusadas por las host families.
Porque claro, tú estás en casa, eres “cercana” a los niños, y “no te cuesta nada cuidarlos un rato”…
¿Perdón? Sí me cuesta: mi tiempo, mi descanso y mi paz mental.
Ese favorcito casual empieza con “solo en lo que salgo al súper” y termina con 3 horas de babysitting, cena improvisada y lavar los platos después. Gratis, obvio.
Y lo peor: si te atreves a decir que no, te miran feo o te hacen sentir culpable.
Por eso muchas au pairs terminan odiando el programa. Porque ese "favor" se vuelve parte del día a día, sin gratitud, sin límites y sin respeto.
Tu tiempo off no es negociable. No estás siendo grosera por cuidarlo, estás siendo profesional.
¿Listas para la #7? Podría ser algo emocional como el “gaslighting” disfrazado de cultura (“eso aquí es normal”), o una sobre cómo minimizan lo que sientes. Tú dime qué tono quieres seguir (más emocional, más práctico o más indignado) y seguimos.
🚩 7. “Aquí somos muy comunicativos, todo se habla”
Spoiler: Sí, pero no cuando se trata de tus derechos o tus tiempos.
En teoría, “aquí todo se resuelve hablando”. En la práctica, cuando preguntas por tus días libres, cambios de horario o descanso, te mandan a esperar o cambian el tema.
Si te atrasas un minuto en recoger a los niños, es un drama nacional. Pero si ellos te cambian el horario sin avisar, te piden que trabajes en tu día libre o ignoran tus límites, ni una disculpa.
Y cuando intentas poner un límite, te dicen que eres “inflexible” o que “no entiendes la cultura”.
Amiga, eso no es comunicación, es manipulación disfrazada de buena onda.
🚩8. ¿Y la au pair anterior?
Spoiler: Si te cambian el tema, ponen cara incómoda o te dicen “ah, no conectamos bien”... ALARMA MÁXIMA.
Cuando preguntas por la au pair anterior y la familia evita la respuesta o suelta excusas vagas, probablemente hubo drama.
Si la au pair se fue de emergencia, renunció rápido o desapareció sin avisar, es porque algo no estaba bien.
No ignores esa señal. Investiga, pregunta a otras au pairs, busca opiniones en foros o grupos.
Recordemos: “Si alguien renuncia rápido, no es por capricho, es por supervivencia.”
🚩 9. “Te hacen sentir que todo es tu culpa”
Spoiler: Amiga, no es tu culpa, solo buscan excusarse a sí mismos.
Esta fue una de las cosas que más afectó mi salud mental. Si el niño se enfermaba, era mi culpa por no taparlo bien o no darle suficientes vitaminas. Si se caía, era culpa mía por no estar al pendiente, como si su pequeño fuera un chapulín travieso que debía controlar a la perfección.
Si llovía, también era culpa mía. Si la comida no les gustaba, culpa mía. Y así podría seguir…
Llegó un momento en que me lo creí. De verdad pensé que era mi culpa. Hasta que ya no pude más y me salí de ahí.
Y cuando me fui, ¿adivina qué? Nuevamente fui la mala.
🚩 10. “Enfermarse es la muerte”
Spoiler: Ni se te ocurra enfermarte, porque ¿quién cuidará a los niños?
Tienes dos opciones: trabajar enferma o que te descuenten esos días de tu pago.
Olvídate de que te cuiden con sopita caliente, mimos o que te compren tus medicamentos.
Esos cuidados y medicinas son solo para ellos y los niños.
Tú, au pair guerrera, debes comprar y conseguir tus propios remedios mientras haces malabares con fiebre y agotamiento.
Enfermarte no solo es duro, es un lujo que no te puedes permitir.
Si tu familia no respeta tu salud, esa es una red flag que duele en el cuerpo y en el alma.
Y a ti, ¿cuáles de estas red flags te han pasado? ¿Me faltaron algunas? ¿Qué agregarías a la lista?
Si le diste check a varias de estas señales, amiga, sal de ahí lo más pronto posible.
Recuerda que ser au pair es una experiencia increíble, pero no debe ser a costa de tu salud, tu tiempo ni tu dignidad.
Espero que te haya gustado este blog y te haya servido para abrir los ojos o darte ese empujón que necesitas.
Si fue así, no olvides compartirlo con tus amigas au pairs y en tus grupos.
Nos leemos en el siguiente blog, ¡cuídense mucho mis bellezas!